En una ceremonia emotiva, la Policía Nacional reafirma su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia, recordando a las víctimas de desapariciones forzadas y sus familias.
En una conmovedora ceremonia celebrada en la capilla de la Escuela de Carabineros Alejandro Gutiérrez, la Policía Nacional conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. La coronel Liliana Andrea Jiménez Falla encabezó el evento, acompañado por familiares de las víctimas, representantes de derechos humanos y miembros de la comunidad, para honrar a quienes han sido desaparecidos y reafirmar el compromiso de las autoridades con la búsqueda de justicia.
La ceremonia, realizada en la Escuela de Carabineros Alejandro Gutiérrez, incluyó una eucaristía, una ofrenda floral y un minuto de silencio en memoria de los desaparecidos. La coronel Liliana Andrea Jiménez Falla, comandante del Departamento de Policía Caldas, recordó al cabo segundo Luis Fernando Ramírez Castro, desaparecido en julio del año 2000 en Arboleda, Pensilvania, tras una incursión armada por parte de las FARC.
Durante el acto, la coronel Jiménez Falla hizo un reconocimiento especial a la señora Alba Libia Ospina Franco, esposa del cabo Ramírez Castro. En su discurso, la coronel expresó: «En este día tan significativo, queremos expresar nuestra más profunda solidaridad con las familias y seres queridos de quienes han sido afectados por este doloroso flagelo». Este mensaje subraya el compromiso de la Policía Nacional con la investigación de estos casos y con el apoyo a las familias en su búsqueda de respuestas.
Los asistentes, incluidos familiares de las víctimas, manifestaron su gratitud por el constante acompañamiento de la Policía Nacional. La conmemoración también sirvió como una oportunidad para reflexionar sobre los retos persistentes en la búsqueda de justicia y la importancia de la colaboración entre la Policía Nacional y la sociedad civil para evitar la impunidad.
Detalles de fondo: El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas se celebra el 30 de agosto de cada año para recordar a aquellos que han sido forzadamente desaparecidos y para hacer un llamado a la justicia y a la protección de los derechos humanos. En Colombia, la desaparición forzada ha sido una problemática persistente y dolorosa, que afecta a numerosas familias y comunidades.
La coronel Liliana Andrea Jiménez Falla comentó: «La Policía Nacional está firmemente comprometida con la búsqueda de la verdad y la justicia. No descansaremos hasta que cada caso sea esclarecido y cada víctima, recordada.»
La ceremonia del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas fue un poderoso recordatorio del compromiso continuo de la Policía Nacional con la justicia y la protección de los derechos humanos. A través de la colaboración interinstitucional y el apoyo de la comunidad, se busca asegurar que los crímenes de desaparición forzada no queden impunes y que la memoria de las víctimas siga viva.
Información adicional:
Para aquellos interesados en apoyar la causa y obtener más información sobre los derechos humanos y la lucha contra las desapariciones forzadas, se pueden contactar organizaciones locales de derechos humanos y consultar los recursos disponibles en línea.
LA POLICÍA NACIONAL RINDE HOMENAJE EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS VÍCTIMAS DE DESAPARICIONES FORZADAS
En una conmovedora ceremonia, la Policía Nacional reafirma su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia.
En un emotivo encuentro que tuvo lugar en la capilla de la Escuela de Carabineros Alejandro Gutiérrez, la Policía Nacional se unió a la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Este evento, cargado de significado y solemnidad, fue un espacio para honrar la memoria de aquellos que han sido víctimas de desapariciones forzadas y para subrayar el firme compromiso de las autoridades en la búsqueda de la verdad y la justicia para las familias afectadas.
Caldas. La ceremonia estuvo presidida por la coronel Liliana Andrea Jiménez Falla, comandante del Departamento de Policía Caldas, quien, junto a representantes de organizaciones de derechos humanos, familiares de las víctimas y miembros de la comunidad, recordó a los miles de desaparecidos en Colombia y en todo el mundo. En nuestro departamento recordamos al señor cabo segundo Luis Fernando Ramírez Castro, desapareció tras la Incursión armada por parte de las FARC, al Corregimiento de Arboleda del municipio de Pensilvania en el oriente de Caldas, en el mes de Julio del año 2000.
El acto inició con una sentida eucaristía y ofrenda floral, símbolo de esperanza y perseverancia, y fue seguido por un minuto de silencio que resonó con el dolor y la fortaleza de los presentes.
Durante la ceremonia, la coronel Jiménez Falla realizo un reconocimiento a la señora Alba Libia Ospina Franco -esposa del señor cabo segundo, Luis Fernando Ramírez Castro; Seguidamente expresó con profunda empatía: «En este día tan significativo, queremos expresar nuestra más profunda solidaridad con las familias y seres queridos de quienes han sido afectados por este doloroso flagelo». Estas palabras reflejan el compromiso inquebrantable de la Policía Nacional en la investigación y esclarecimiento de estos dolorosos casos, destacando la importancia de la colaboración interinstitucional y el apoyo de la comunidad.
La jornada también fue un espacio para la reflexión. Familiares de las víctimas manifestaron su gratitud por el acompañamiento constante de la Policía Nacional en su búsqueda de respuestas.
La conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas no solo fue un homenaje a quienes ya no están, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún persisten en la búsqueda de la verdad y la justicia. La Policía Nacional, en alianza con la sociedad civil, se comprometió a continuar fortaleciendo las acciones de búsqueda y a garantizar que estos crímenes no queden en la impunidad. Así, reitera su compromiso con la protección de los derechos humanos, en consonancia con el Plan Estratégico Institucional que prioriza la atención y el acompañamiento a las víctimas.
Este acto, cargado de simbolismo y propósito, es un recordatorio de que la lucha por la verdad y la justicia no tiene descanso, y que la memoria de las víctimas de desapariciones forzadas seguirá viva en el corazón de la sociedad colombiana.