Este martes 16 de enero de 2024 marca el inicio de la distribución del nuevo periódico oficial del Gobierno, «Vida».
Puede descargar la versión digital siguiendo este enlace Vida enero 2024
Con una tirada de 500.000 ejemplares en todo el país, esta publicación dirigida por Augusto Cubides y respaldada por Fernando Millán se presenta como un medio destinado a reflejar los logros y políticas gubernamentales, alineándose con el Plan Nacional de Desarrollo «Colombia: Potencia de la Vida».
La primera edición de «Vida» se destaca por su formato tabloide de 24 páginas a todo color, abordando temas clave como el acceso a tierras, colaboración con la fuerza pública, comunidades energéticas, renta ciudadana y reportajes específicos sobre La Guajira. Incluye entrevistas exclusivas con figuras prominentes del Gobierno, así como dos caricaturas del reconocido Matador que abordan temáticas como la situación en Palestina y la relación de Ríopaila con la patente de la panela. La última página del periódico está dedicada a fotografías oficiales que capturan momentos clave de la gestión gubernamental.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de controversias. Un contrato millonario de 653 millones de pesos entre la Presidencia de la República y la empresa 4-72 para la impresión y distribución masiva ha generado inquietud en diversos sectores políticos y sociales. Las críticas se centran en la asignación de recursos públicos en un proyecto que algunos consideran innecesario en medio de necesidades sociales apremiantes.
La distribución de «Vida» se divide en dos fases: la primera envía los ejemplares a puntos de recepción en las 32 ciudades capitales, mientras que la segunda implica la entrega directa a la ciudadanía en las calles, priorizando lugares de alto tráfico peatonal y áreas cercanas a universidades durante las horas de la mañana.
Este proyecto busca consolidar un medio oficial que sirva como canal directo de comunicación con la ciudadanía, brindando información detallada sobre las acciones gubernamentales y promoviendo la participación activa de la población en la construcción de un país que se proyecta como una «Potencia de la Vida». La pregunta que persiste es si el costo millonario de este medio es realmente justificado en un contexto donde las necesidades sociales son apremiantes.