Hoy en la historia, el 18 de agosto de 1920, Estados Unidos ratificó la 19ª Enmienda, garantizando el voto femenino, mientras que el 25 de agosto de 1954, Colombia hizo lo propio, marcando hitos en la lucha por la igualdad de género en ambos países. Explora los documentos históricos de estos logros y la lucha detrás de ellos en los PDF disponibles para descarga.
El 18 de agosto de 1920, Estados Unidos dio un paso crucial hacia la igualdad de género al ratificar la 19ª Enmienda a su Constitución, que garantizó el derecho al voto para las mujeres. Este avance fue el resultado de décadas de intensa lucha y activismo por parte de sufragistas que desafiaron las normas sociales de su tiempo. Casi 34 años después, el 25 de agosto de 1954, Colombia también hizo historia al aprobar el derecho al voto femenino, un logro igualmente producto de una larga y ardua batalla. Para profundizar en estos hitos y comprender la magnitud de estas luchas, se encuentran disponibles dos documentos en PDF: uno sobre la 19ª Enmienda de EE.UU. y otro sobre la lucha por el sufragio femenino en Colombia. Estos recursos ofrecen una visión detallada del activismo y los cambios legislativos que transformaron la historia de los derechos civiles en ambos países.
18 de agosto de 1920, Derecho al Voto Femenino por la Ratificación de la 19ª Enmienda
«El derecho al voto de los ciudadanos de los Estados Unidos no será denegado ni coartado por los Estados Unidos ni por ningún estado por razón de sexo. El Congreso tendrá poder para hacer cumplir este artículo mediante la legislación apropiada«. Esas dos frases, breves y dulces pero muy luchadas, constituyen la totalidad de la 19ª Enmienda a la Constitución de Estados Unidos.
El 18 de agosto de 1920, la 19ª Enmienda a la Constitución de EE.UU. garantizó el derecho al voto para las mujeres, un logro crucial en la lucha por la igualdad de género, aunque la plena participación electoral se logró plenamente solo décadas después.
El 18 de agosto de 1920 marcó un hito fundamental en la historia de los derechos civiles en los Estados Unidos. En este día, se ratificó la 19ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, un avance crucial que garantizó a las mujeres el derecho al voto. El texto de la enmienda es breve, pero poderoso: «El derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos a votar no será denegado ni limitado por los Estados Unidos o por ningún Estado en razón de sexo. El Congreso tendrá poder para hacer cumplir este artículo mediante la legislación adecuada.»
Este cambio legislativo, aunque conciso, fue el resultado de más de cuatro décadas de arduo trabajo por parte de las activistas sufragistas. La propuesta inicial para garantizar el sufragio femenino fue presentada en el Congreso en 1878, pero no fue sino hasta 1919, después de muchos años de organización, protestas y peticiones por parte de mujeres valientes y tenaces, que la enmienda fue finalmente aprobada.
Las sufragistas, como Susan B. Anthony, Elizabeth Cady Stanton y muchas otras, lucharon incansablemente por este derecho durante décadas. Su activismo incluyó manifestaciones públicas, actos de desobediencia civil y campañas de sensibilización que desafiaron las normas sociales de su tiempo. Su dedicación y perseverancia fueron clave para superar la resistencia y obtener la aprobación de la enmienda en el Congreso.
Sin embargo, la ratificación de la 19ª Enmienda no significó que todos los desafíos para las mujeres hubieran terminado. Aunque el derecho al voto estaba garantizado, la plena participación en el proceso electoral no llegó inmediatamente para todas las mujeres. En particular, las mujeres afroamericanas enfrentaron barreras significativas que impidieron su acceso a las urnas hasta la aprobación de la Ley de Derechos Electorales de 1965. Esta ley fue fundamental para eliminar las prácticas discriminatorias, como los exámenes de alfabetización y las pruebas de votación, que se utilizaban para excluir a los votantes negros en el sur de Estados Unidos.
La aprobación de la 19ª Enmienda representa un hito en la historia de los derechos civiles, pero también subraya la necesidad de continuar luchando por la igualdad y la justicia para todos los ciudadanos. Las fotos vintage de las sufragistas manifestándose en todo el país son un testimonio del coraje y la determinación de quienes abrieron el camino hacia un sistema electoral más inclusivo.
La historia de la 19ª Enmienda nos recuerda el valor del activismo y la persistencia en la búsqueda de la igualdad, y sigue siendo un recordatorio de que la lucha por los derechos civiles es un esfuerzo continuo.
El Derecho al Voto Femenino en Colombia: 25 de Agosto de 1954, Un Hito en la Igualdad de Género
El 25 de agosto de 1954, Colombia aprobó el voto femenino tras una intensa lucha de décadas por parte de las mujeres. Este logro, sin embargo, fue precedido por una larga batalla histórica y precedentes que se remontan incluso al siglo XIX.
El 25 de agosto de 1954, Colombia hizo historia al aprobar el derecho al voto para las mujeres, un avance significativo en la lucha por la igualdad de género. Este hito fue el resultado de años de activismo y presión por parte de las sufragistas colombianas, quienes habían trabajado durante décadas para obtener la ciudadanía plena. Aunque se atribuye a la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla, el derecho al voto femenino en Colombia fue fruto de un largo proceso de lucha y no un simple regalo de la dictadura.
El debate en el Capitolio Nacional el 25 de agosto de 1954, donde las sufragistas Josefina Valencia y Esmeralda Arboleda defendieron el voto femenino, marcó un punto culminante en la batalla por la igualdad de derechos en Colombia. Valencia y Arboleda, representando a distintos partidos políticos, lograron que el Congreso aprobara el sufragio femenino con 60 votos a favor y sin votos en contra, aunque algunos opositores intentaron sabotear la votación.
La lucha por el voto femenino en Colombia comenzó mucho antes de 1954. En 1853, en la provincia de Vélez (Santander), las mujeres tuvieron un acceso fugaz al sufragio, que fue revocado en 1855 por la Corte Suprema de Justicia. Este episodio temprano demostró que el activismo por los derechos de las mujeres en Colombia tiene raíces profundas.
En el contexto global, Nueva Zelanda fue el primer país en conceder el derecho al voto a las mujeres en 1893. Posteriormente, el Reino Unido y Estados Unidos hicieron lo propio en el siglo XX, con el Reino Unido otorgando el voto en 1918 y Estados Unidos en 1920. En América Latina, Uruguay fue pionero en 1927. Sin embargo, el ejemplo de Vélez (Santander) muestra que la lucha en Colombia comenzó antes que en muchos otros países.
Durante las décadas previas a 1954, las mujeres en Colombia conquistaron otros derechos fundamentales. En 1932, lograron el derecho a administrar bienes, y en 1933, el derecho a la educación. A pesar de estos avances, el derecho al voto no fue incluido en una reforma significativa propuesta en 1944 por el gobierno de Alfonso López Pumarejo.
En 1947, un grupo de 500 mujeres, lideradas por Lucila Rubio de la Unión Femenina de Colombia, presionó para que se incluyera el voto femenino en la agenda política. El impulso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 también jugó un papel crucial, ya que Colombia, al firmar el acuerdo, se comprometió a promover la igualdad de derechos.
[PDF] Compañera y no sierva”
La iniciativa se presentó nuevamente en la Asamblea Nacional Constituyente en 1954, con el apoyo de Valencia y Arboleda. Aunque el proceso fue arduo, el 25 de agosto, el derecho al voto fue aprobado, marcando el inicio de una nueva era para las mujeres en la política colombiana.
Detalles de fondo: El voto femenino en Colombia no fue un acontecimiento aislado, sino parte de una lucha global por la igualdad de derechos. Mientras que otros países ya habían adoptado el sufragio femenino antes, en Colombia, la victoria en 1954 fue precedida por décadas de activismo y varios intentos fallidos. La historia muestra que los derechos no se obtienen de manera simple, sino a través de una persistente lucha por la justicia y la igualdad.
“Algunos creen erróneamente que el voto femenino en Colombia fue un regalo del general Rojas Pinilla, pero es el resultado de una larga y ardua lucha feminista,” afirmó Fabiola Calvo, integrante de la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género. “El derecho al voto fue una conquista histórica y no un simple favor de una dictadura.”
La aprobación del voto femenino en Colombia el 25 de agosto de 1954 fue un hito crucial en la búsqueda de la igualdad de género. Aunque este avance representó una victoria significativa, el camino hacia una verdadera igualdad continúa. La historia de la lucha por el sufragio femenino en Colombia destaca la importancia del activismo y el compromiso continuo en la promoción de los derechos de las mujeres.
Información adicional: Para más detalles sobre la lucha histórica por el sufragio femenino y la evolución de los derechos de las mujeres en Colombia, consulta el libro “Mujeres pastos en la lucha por la recuperación de tierras” y otros recursos en la biblioteca digital del Centro de Estudios de Género.
MUJERES PASTOS EN LA LUCHA POR LA RECUPERACIÓN DE TIERRAS
Mujeres pastos en la lucha por la recuperación de tierras: resguardos de Guachucal y Cumbal es producto de la Iniciativa de Memoria Histórica desarrollada por el Colectivo de mujeres indígenas Qué decís: mujeres pastos en la lucha por la recuperación de tierras, con el apoyo técnico y financiero del Centro Nacional de Memoria Histórica. Cuatro mujeres indígenas pastos, antropólogas, narran las experiencias de sus madres, tías, abuelas, bisabuelas y allegadas en las luchas que libraron a finales del siglo XX para recobrar las tierras que hoy conforman los resguardos de Cumbal y Guachucal, de manos de hacendados mestizos que las usurparon y violentaron a su pueblo. Las autoras dan a conocer las memorias de lucha y resistencia de sus mayores en el proceso que les permitió “recuperar la tierra para recuperarlo todo”.
Derechos Civiles Históricamente Negados a las Mujeres:
Además del derecho al voto, las mujeres han enfrentado históricamente la negación de una serie de derechos civiles fundamentales. Entre estos se encuentran:
- Derecho a la Educación: En muchos países, las mujeres no tuvieron acceso a la educación formal hasta bien entrado el siglo XX.
- Derecho a Propiedad: En varias culturas, las mujeres no podían poseer propiedades o administrar sus propios bienes.
- Derecho al Trabajo: Las mujeres a menudo enfrentaron restricciones significativas para trabajar fuera del hogar o para acceder a ciertos tipos de empleo.
- Derecho a la Salud Reproductiva: Las decisiones sobre salud reproductiva, incluyendo el acceso a anticonceptivos y el aborto, han sido históricamente restringidas para las mujeres.
Análisis y Perspectivas Futuras:
La evolución de los derechos civiles para las mujeres refleja un avance hacia la igualdad, pero el camino está lleno de desafíos persistentes. En Colombia, aunque el voto femenino ha sido una victoria significativa, la igualdad de género aún enfrenta barreras en áreas como la participación política y la equidad en el empleo.
A nivel global, los desafíos persisten, especialmente en regiones donde las normas culturales y sociales siguen limitando los derechos de las mujeres. Es crucial que los esfuerzos por la igualdad de género continúen, con un enfoque en la eliminación de barreras estructurales y culturales que perpetúan la desigualdad.
Conclusión:
El derecho al voto femenino, alcanzado en Colombia en 1954 y en muchos otros países antes y después, representa solo una parte del camino hacia la verdadera igualdad de género. Para construir un futuro más equitativo, es necesario continuar luchando por todos los derechos civiles y asegurarse de que las políticas y leyes reflejen el compromiso con la igualdad de género en todos los aspectos de la vida.