La OTAN está respaldando un proyecto para desviar la red global de Internet a través de satélites en caso de que se sabotee un cable submarino.
A través de estos cables se transportan billones de dólares de datos de transacciones financieras, al igual que casi todo el tráfico de Internet de la OTAN, pero son objetivos fáciles: han aumentado los temores de que Rusia o China puedan atacarlos en caso de crisis, y se cree que los daños recientes a los cables en el Mar Rojo y el Mar Báltico fueron deliberados.
Los investigadores ahora tienen como objetivo desarrollar métodos para detectar perturbaciones en los cables submarinos y desviar automáticamente el tráfico de Internet al espacio, informó Bloomberg.
El proceso es legal y técnicamente complicado, pero un ingeniero dijo que «con suficiente tiempo y dándonos cabezazos contra la pared estamos seguros de que podemos hacerlo».
Traducido de SEMAFOR