El último veterano japonés de Pearl Harbor murió a los 106 años.
Yoshioka Masamitsu era un bombardero de torpederos que volaba desde el portaaviones Soryu el 6 de diciembre de 1941. Fue su torpedo el que impactó al USS Utah, matando a 58 personas, una fuente de horror para él, según decía su obituario en The Economist, ya que se trataba de un buque de entrenamiento que le habían dicho que evitara.
Luchó durante cuatro años, escapando por poco de la muerte varias veces. Después de la guerra, ofreció oraciones en un santuario a los hombres que había matado. Su muerte, y la concesión del Premio Nobel de la Paz a los pocos supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, es un recordatorio de lo lejos que ha llegado Japón en una vida humana.
Traducido de SEMAFOR