Los aliados de Moscú están preocupados por la incursión de Ucrania en territorio ruso.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo el jueves a la televisión estatal rusa que Rusia y Ucrania deben “poner fin a esta pelea” y centrarse en las conversaciones de paz.
China, por su parte, discutió un plan de paz para Ucrania con el Vaticano, una medida poco habitual dado que Pekín y la Santa Sede no tienen vínculos diplomáticos formales.
Rusia ya se enfrenta a las consecuencias de la incursión, con el rublo cayendo a un mínimo de 10 meses frente al dólar.
Pero la ofensiva sigue siendo “una apuesta masiva” para Ucrania, que podría sufrir grandes pérdidas ya que sus tropas están más expuestas a las fuerzas rusas en las zonas más profundas de Kursk, dijo a Reuters un analista de seguridad.
Traducido de SEMAFOR