Los servicios de emergencia estadounidenses están preocupados por la posibilidad de que la prohibición de los drones fabricados en China limite su capacidad para proteger al público.
La firma china DJI produce más del 70% de todos los drones que se venden en Estados Unidos.
Los legisladores y reguladores estadounidenses la han calificado de amenaza para la seguridad, y una nueva ley podría prohibir efectivamente su venta.
Pero los opositores a la prohibición dicen que los drones fabricados en Estados Unidos carecen de alcance y equipamiento, cuestan mucho más y sólo están disponibles tras una larga lista de espera.
Un trabajador de búsqueda y rescate dijo al Wall Street Journal que los estadounidenses no podrían “llegar físicamente… a la cima de la montaña” para buscar a los escaladores perdidos.
“¿Están las empresas estadounidenses de drones preparadas para llenar el vacío?”, preguntó el director ejecutivo de una empresa de drones. “No”.
Traducido de SEMAFOR