La llamada “ciudad iPhone” de China está dando un giro hacia los vehículos eléctricos.
Los cambios que se están produciendo en Zhengzhou son emblemáticos de tendencias industriales, geopolíticas y tecnológicas más amplias: la fábrica de Foxconn que se encuentra allí ahora fabrica menos iPhones (el año pasado produjo la mitad de su pico de 2017) mientras Apple traslada más producción a la India para reducir su dependencia de China, una tendencia que podría acelerarse si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aumenta los aranceles a las importaciones chinas.
En Zhengzhou está entrando en escena la industria de los vehículos eléctricos: el gigante chino BYD planea duplicar su producción allí este año en comparación con 2023, informó Nikkei Asia, mientras que otras empresas también están invirtiendo en la ciudad. Esto demuestra el esfuerzo continuo de China por dominar la industria de los vehículos eléctricos, incluso cuando el sector está bajo el escrutinio de Washington y Bruselas.
Traducido de SEMAFOR