Israel y Hezbolá se acusaron el jueves mutuamente de violar su acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el día anterior y que tenía como objetivo poner fin a más de un año de combates.
Israel dijo que abrió fuego contra «sospechosos» que llegaron al sur del Líbano, informó Reuters, mientras que Hezbolá acusó a las fuerzas israelíes de atacar a los libaneses que regresaban a las aldeas fronterizas.
Las acusaciones fueron una señal de que el alto el fuego «es un respiro, no una solución» para la paz en Oriente Medio, escribió el editor internacional de la BBC.
A pesar de las tensiones, Irán, el partidario de Hezbolá, no quiere que el conflicto se intensifique en el corto plazo, dijeron los analistas: Teherán ha adoptado un tono más conciliador en las últimas semanas, impulsado en parte por la imprevisibilidad asociada con el regreso de Donald Trump al poder.
Traducido de SEMAFOR