El parlamento de Corea del Sur impugnó al presidente Yoon Suk Yeol.
Yoon fue suspendido de su cargo mientras un tribunal delibera si lo destituye de forma permanente.
Yoon, un conservador cuya breve declaración de la ley marcial el 4 de diciembre desató una espiral de crisis política, se ha visto acosado por escándalos a lo largo de sus dos años en el cargo, incluidas
las acusaciones de que su esposa aceptó regalos ilegales.
La debacle de la ley marcial fue impulsada por su «profundo desdén por el proceso político y un flagrante desprecio por las normas democráticas fundamentales», señaló The Korea Herald, pero también reflejó problemas institucionales más profundos: el polarizado entorno político de Corea del Sur ha visto a los legisladores recurrir cada vez más a tácticas legales en lugar del bipartidismo.
Traducido de SEMAFOR