El Consejo de Seguridad de la ONU se dispone a debatir hoy el derrocamiento del dictador sirio Bashar al-Assad, un cambio repentino que ha animado a muchos en el país pero ha trastocado la geopolítica.
Un gran número de personas fueron liberadas de las tristemente célebres prisiones del régimen (un vídeo mostraba a los rebeldes abriendo las celdas, con un pequeño en una de ellas), mientras que muchos de los millones de refugiados sirios en el extranjero empezaron a contemplar la posibilidad de volver a casa.
La caída de Assad deja importantes interrogantes: Irán puede tener menos capacidad para apoyar a su representante Hezbolá y podría tener que decidir entre negociar con Occidente o acelerar su búsqueda de armas nucleares, mientras que Rusia podría perder bases militares estratégicas en Siria y ver empañada su reputación como potencia mundial.
Traducido de SEMAFOR