El gobierno de Biden planea prohibir el uso de software y hardware chinos en automóviles conectados a Internet por cuestiones de seguridad nacional, lo que en esencia significa prohibir todos los vehículos inteligentes fabricados en China en Estados Unidos.
A Washington le preocupa que las empresas chinas recopilen datos sobre los conductores estadounidenses y manipulen los sistemas de navegación de los vehículos, informó Reuters.
Los esfuerzos en curso de Estados Unidos para acabar con el uso de la tecnología china han «empezado a caer una cortina de hierro digital» entre las dos superpotencias, escribió The New York Times.
Algunos expertos en China creen que el miedo de Estados Unidos a Pekín termina perjudicando a los consumidores estadounidenses, pero un analista le dijo al Times que la prohibición propuesta «refleja las complejidades de un mundo en el que muchos dispositivos conectados pueden convertirse en armas».
Traducido de SEMAFOR