Una agencia de inteligencia rusa secreta está detrás de la campaña de represión más intensa de Moscú desde la década de 1950, informó The Wall Street Journal.
La historia, la primera escrita por el periodista del Journal Evan Gershkovich desde que fue liberado después de 16 meses en una prisión rusa, pone de relieve el Departamento de Operaciones de Contrainteligencia, que dirigió el arresto de Gershkovich.
La unidad de espionaje ha acelerado los esfuerzos para arrestar a otros ciudadanos estadounidenses en Rusia, ha acosado a diplomáticos occidentales y es clave para el control del poder del presidente Vladimir Putin, informó el Journal, añadiendo que «el creciente conflicto de Rusia con Occidente sólo ha intensificado la obsesión de Putin con los espías».
Un investigador ruso le dijo a Gershkovich que fue acusado de ser un agente de la CIA únicamente por órdenes del departamento. «Eso es suficiente para mí», dijo el investigador.
Traducido de SEMAFOR