Una científica trató con éxito su propio cáncer de mama con un virus, lo que desató un debate ético sobre la autoexperimentación.
La viróloga Beata Halassy descubrió una recurrencia de su cáncer en 2020. En lugar de someterse a más quimioterapia, decidió utilizar una técnica no probada pero prometedora llamada viroterapia oncolítica: inyectar en el tumor dos tipos de virus, con los que había trabajado en el laboratorio.
El tumor se encogió, se ablandó y se desprendió del tejido circundante, lo que facilitó su eliminación, informó Nature.
La autoexperimentación tiene una larga historia: un científico alemán bebió cólera en 1892, mientras que la causa bacteriana de las úlceras de estómago fue demostrada en 1986 por un científico que consumió la bacteria.
Traducido de SEMAFOR