China está investigando “medidas discriminatorias” de los gigantes estadounidenses de la confección Calvin Klein y Tommy Hilfiger por boicotear el algodón de Xinjiang.
Los gobiernos occidentales llevan años advirtiendo de que la producción de bienes en la región occidental de China probablemente dependa del trabajo forzado uigur, pero la última represalia de Pekín contra la empresa matriz de las marcas muestra cómo las grandes empresas a menudo se ven “atrapadas” entre las presiones de China (un mercado crucial) y las preocupaciones de Occidente en materia de derechos humanos, escribió The New York Times.
Estados Unidos prohíbe las importaciones de Xinjiang a menos que el importador pueda demostrar que los bienes se fabricaron sin trabajo forzado, pero eso es “prácticamente imposible”, señaló el Times, porque China ha prohibido las investigaciones independientes sobre las prácticas laborales de la región.
Traducido de SEMAFOR