Las fuerzas de Moscú lograron avances significativos en el este de Ucrania, aprovechando la escasez de personal en Kiev.
Un analista dijo a The New York Times que “los rusos sondean las líneas para ver si un batallón resiste o se retira”, y si encuentran una oposición débil, avanzan “sin importar las pérdidas”.
Las defensas de Ucrania están mal organizadas, con retiradas desordenadas y rotaciones de tropas que dejan áreas sin defensa a la vista de los drones de vigilancia rusos.
El Kremlin no está teniendo todo a su manera: los sistemas de detección mejorados están detectando más ataques aéreos, informó The Economist, y los primeros aviones de combate F-16 llegarán pronto, aunque los funcionarios advierten que las defensas aéreas rusas son tan fuertes que al principio harán poca diferencia.
Traducido de SEMAFOR