Investigadores japoneses han descubierto vastos depósitos de metales preciosos en el fondo del mar cerca de una isla frente a la costa del país.
Los investigadores encontraron 250 millones de toneladas de nódulos de manganeso alrededor de Minami-Torishima, una isla deshabitada a unos 1.600 kilómetros al sureste de Tokio.
Los nódulos contienen hierro, manganeso, cobalto y níquel, los tres últimos de los cuales son cruciales para las baterías de los vehículos eléctricos: se deberían poder extraer cientos de miles de toneladas de metales puros y el equipo de investigación espera comenzar la extracción el próximo año.
Si se recuperan, es probable que haya suficientes minerales para más de una década de uso industrial en Japón, una bendición potencial para impulsar la fabricación de tecnología verde.
Traducido de SEMAFOR