Los apicultores advierten del creciente problema del fraude con la miel.
La práctica de adulterar la miel, añadiendo contaminantes como cenizas, como hacen los traficantes con el detergente para la ropa y la cocaína, es muy antigua, pero ahora se están utilizando nuevos jarabes sintéticos que pueden engañar a las pruebas de autenticidad, dijo un apicultor a la AFP.
Algunos productores están cerrando su negocio porque la miel adulterada se puede vender mucho más barata.
Un colapso de la industria también podría conducir a problemas de producción de alimentos, ya que algunos apicultores comerciales ayudan a la polinización de los cultivos.
La Unión Europea introdujo regulaciones sobre el etiquetado de los productos, pero el Reino Unido tiene normas más laxas: la UE teme que la miel adulterada se esté mezclando nuevamente en Gran Bretaña y vendiéndose en Europa.
Traducido de SEMAFOR