Donald Trump está a salvo después de un tiroteo que, según los investigadores, equivalía a otro aparente intento de asesinato contra el candidato presidencial republicano.
Trump resultó herido en julio por un disparo en un mitin electoral, un incidente que en su momento pareció transformar la campaña, pero que desde entonces ha sido superado en gran medida en la conciencia política estadounidense por el paso del presidente Joe Biden a favor de la vicepresidenta Kamala Harris, así como por el debate de la semana pasada entre Trump y Harris.
En el último tiroteo, las autoridades creen que un hombre armado intentaba atacar a Trump en su campo de golf de Florida, informó CNN.
“Nada me detendrá”, dijo el expresidente en un correo electrónico a sus seguidores. “¡NUNCA ME RENDIRÉ!”.
Traducido de SEMAFOR