La emergencia alimentaria se está extendiendo en los barrios más pobres de Argentina.
A pesar de que el país es uno de los mayores productores de carne y granos de Sudamérica, miles de argentinos luchan por comprar suficiente comida en medio de una recesión que ha empujado a más del 50% de ellos a la pobreza.
Más de un tercio no puede pagar la canasta básica de alimentos.
La “terapia de choque económica” del presidente Javier Milei, que incluye recortes a los subsidios de los que depende una gran parte de la población, también ha contribuido a la crisis.
“Abordar la inseguridad alimentaria sin demora debe ser la prioridad del gobierno”, escribió el consejo editorial de La Nación.
Traducido de SEMAFOR