Dos empresas chinas de paneles solares planean construir nuevas granjas solares por valor de 3.000 millones de dólares en Arabia Saudita, informó Bloomberg, lo que pone de relieve el dominio de Pekín en la transición energética de Oriente Medio.
La medida también refleja el deseo de China de evitar las barreras comerciales punitivas de Occidente y, en su lugar, mirar al Golfo como su principal centro de exportación de tecnología verde barata.
La inversión masiva impulsa los esfuerzos de Riad por diversificar su economía más allá del petróleo y convertirse en un actor de energía limpia.
Los fabricantes de vehículos eléctricos chinos también están mirando a Oriente Medio, y los fabricantes de lujo son los que se están expandiendo más rápidamente. Los clientes allí prefieren los vehículos de alta gama, un contraste con otros mercados, donde las empresas chinas están impulsando modelos EV ultrabaratos.
Traducido de SEMAFOR