La aplicación de mensajería encriptada Telegram ha cambiado la forma en que operan las redes del crimen organizado en el sudeste asiático, según un informe de las Naciones Unidas.
Los datos de tarjetas de crédito y contraseñas pirateadas, junto con software deepfake, ahora se comercializan abiertamente en la aplicación, descubrió la ONU, y agregó que las bandas cibernéticas con sede principalmente en Myanmar, Camboya y Laos estafaron a personas e instituciones por 37 mil millones de dólares el año pasado.
Los hallazgos son los últimos de una serie de acusaciones que implican a Telegram, cuyo director ejecutivo fue arrestado recientemente en Francia por supuestamente permitir que la actividad delictiva floreciera en la plataforma.
Después del arresto, que llevó a Telegram a aceptar compartir algunos datos de los usuarios con las fuerzas del orden, varios grupos extremistas se mudaron a una nueva plataforma, SimpleX Chat, que promete más protecciones de la privacidad, informó Wired.
Traducido de SEMAFOR