El fabricante sueco de baterías Northvolt anunció que despediría personal y se desharía de algunas instalaciones, afectado por la débil demanda de vehículos eléctricos en Europa.
El anuncio marca una caída en desgracia para una startup que había sido una de las grandes esperanzas de la región en tecnología climática, una industria dominada en gran medida por Estados Unidos y China.
Los recortes parecieron confirmar los temores esbozados en un informe publicado esta semana por un exjefe del Banco Central Europeo que advertía de que el continente corre el riesgo de un “declive agonizante” y malestar social a menos que invierta y fomente el crecimiento económico: “Vivimos ahora en una época en la que una carrera de alta tecnología ha dejado a Europa atrás”, advirtió una edición reciente de EuroIntelligence.
Traducido de SEMAFOR