La guerra en Ucrania está transformando la fuerza laboral del país, dominada por los hombres.
Una mina perdió 1.000 trabajadores varones (el 20% de su fuerza laboral) tras la invasión rusa de 2022, pero desde entonces ha contratado a 330 mujeres para compensar la escasez después de que Kiev levantara la prohibición de que las mujeres trabajaran en condiciones inseguras, según The New York Times.
También hay más mujeres que se están convirtiendo en conductores de autobús y soldadores de acero, rompiendo la percepción heredada de la Unión Soviética de que “las mujeres son trabajadoras de segunda clase y menos fiables“, dijo un economista a The Times.
Aun así, no es suficiente para llenar el vacío: con alrededor de 1,5 millones de trabajadoras que han abandonado Ucrania desde que comenzó la guerra, el 75% de los empleadores ucranianos siguen enfrentándose a la escasez de mano de obra, según una encuesta reciente.
Traducido de SEMAFOR