El Salvador registró solo 114 homicidios en 2024, un mínimo histórico, lo que llevó al presidente a llamarlo «el país más seguro del hemisferio occidental».
Las nuevas cifras, más bajas per cápita que las de EE. UU., a pesar de una importante caída allí también, marcan un cambio notable para el país que alguna vez tuvo la tasa de homicidios más alta del mundo.
Sin embargo, los críticos dicen que el progreso de El Salvador ha tenido un alto costo: alrededor de 80.000 personas, más del 1% de la población total del país, han sido encarceladas sin el debido proceso, mientras que al menos 354 han muerto bajo custodia del gobierno.
Ahora, el presidente Nayib Bukele enfrenta presiones para impulsar la economía. «Si bien las esperanzas son altas, también lo son las preocupaciones«, informó DW.
Traducido de SEMAFOR