Los israelíes paralizaron el tráfico en Tel Aviv y otras ciudades en protestas para pedir elecciones y un acuerdo para liberar a los rehenes.
El domingo se cumplieron nueve meses desde los ataques de Hamas del 7 de octubre que mataron a 1.100 personas y llevaron al devastador asalto de Israel a Gaza, que ha dejado más de 38.000 muertos.
Las familias de los rehenes temen que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, priorice la supervivencia política sobre la paz: los nacionalistas de su coalición dijeron que derribarían al gobierno en lugar de llegar a un acuerdo antes de que Hamas sea destruido.
Se han logrado avances tentativos hacia un alto el fuego, pero un acuerdo no es inminente. Netanyahu «necesita la guerra para que no haya elecciones«, dijo un líder de la protesta al New York Times.
Traducido de SEMAFOR