Una red de contrabandistas apenas secreta introduce regularmente chips Nvidia en China, eludiendo las sanciones estadounidenses.
Más de 70 distribuidores anuncian abiertamente lo que dicen son productos Nvidia, y los compradores suelen hacerse con ellos en cuestión de semanas. Algunos vendedores ofrecen servidores completos, valorados en unos 300.000 dólares y que contienen ocho chips de alta gama.
Las cantidades contrabandeadas no son suficientes para un gigante tecnológico, pero podrían satisfacer las necesidades de instituciones de investigación más pequeñas o de empresas emergentes.
El Wall Street Journal encontró a un estudiante chino al que le pagaron 600 dólares por llevar seis chips Nvidia, cada uno de ellos valorado en decenas de miles de dólares, a través de la aduana de Singapur. “Me alegro de haber podido hacer algo por mi país”, dijo, “y ganar un poco de dinero extra“.
Traducido de SEMAFOR