El 11° Encuentro Mujer y Café, celebrado en Caldas, reunió a 500 mujeres cafeteras para fortalecer su liderazgo, participación y compromiso con la sostenibilidad del sector. Un evento clave para empoderar a las mujeres del campo.



El 11° Encuentro Mujer y Café, con la participación de 500 mujeres de Caldas, culminó con éxito en cuatro municipios del departamento. Este evento, respaldado por la Gobernación de Caldas y aliados estratégicos, abordó temas de empoderamiento, sostenibilidad y liderazgo en el sector cafetero.
Un Encuentro de Empoderamiento y Sostenibilidad
El 11° Encuentro Mujer y Café: Empoderamiento y Sostenibilidad, celebrado recientemente en Caldas, fue un rotundo éxito. Con la participación de 500 mujeres cafeteras provenientes de los 28 Consejos Participativos de Mujeres Cafeteras (CPMC) del departamento, este evento subrayó el rol fundamental que las mujeres juegan en la caficultura, no solo como productoras, sino también como agentes de cambio en el ámbito social, económico y ambiental.
Este encuentro se desarrolló con el apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Caldas y la Federación Nacional de Cafeteros, a través del Comité de Cafeteros de Caldas, además de contar con la colaboración de CORPOCALDAS, CHEC, Vivocuenca y diversas alcaldías municipales. A través de cuatro enfoques zonales en Salamina, Supía, Manizales y Marquetalia, las asistentes tuvieron la oportunidad de compartir experiencias, fortalecer conocimientos y expandir sus redes de apoyo.
Un Encuentro Integral con Diversos Ejes de Trabajo
Durante este evento, se abordaron tres ejes principales, que abarcaron tanto la parte económica como social y ambiental del sector cafetero. El primer eje, de índole económica, se centró en el fortalecimiento de la calidad y producción de cafés especiales, un aspecto clave para garantizar la competitividad del café colombiano en los mercados internacionales.
El segundo eje abordó la participación de la mujer en los espacios gremiales y la gobernanza en el sector. Aquí, se discutieron estrategias para que las mujeres cafeteras puedan ser líderes en sus comunidades y en las decisiones que afectan a la industria. Además, se tocó el tema de la violencia de género, promoviendo un entorno libre de violencia y destacando la importancia de crear una vida más equitativa para las mujeres rurales.
El tercer eje, de vital importancia para la sostenibilidad, se centró en la preservación ambiental, en particular, en las prácticas para la conservación del recurso hídrico en las zonas cafeteras. Las participantes recibieron capacitaciones sobre la siembra y producción de especies nativas, clave para mitigar el impacto del cambio climático y proteger los ecosistemas locales.
Capacitación y Empoderamiento de las Mujeres
El evento no solo se limitó a las capacitaciones y conferencias. También se promovió un espacio de intercambio de experiencias, donde las mujeres cafeteras compartieron sus historias de vida, sus retos y sus logros en el sector. Esta interacción permitió visibilizar los esfuerzos de las mujeres rurales y, al mismo tiempo, fortalecer el sentido de comunidad y colaboración entre ellas.
Paola Andrea Loaiza Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Caldas, destacó la importancia de este evento como una oportunidad para interactuar directamente con las mujeres del sector y conocer sus expectativas.
“Fue un espacio en el que pudimos interactuar con ellas y conocer sus expectativas de impulsar y mejorar el programa de Mujeres Cafeteras Sembradoras de Vida”, afirmó Loaiza.
Además, subrayó la importancia de las alianzas desarrolladas por la Gobernación de Caldas para impulsar el rol de las mujeres en la caficultura y en la conservación ambiental.
Sebastián Echeverry, coordinador de proyectos del Comité de Cafeteros de Caldas, agregó que el objetivo principal del encuentro fue capacitar a las mujeres en áreas clave como la rentabilidad en la caficultura, el empoderamiento en los espacios gremiales y la producción sostenible.
“Nuestro objetivo era abordar cuatro ejes que buscaran mejorar la rentabilidad de las mujeres en la caficultura, además de capacitarlas en temas de violencia de género y sostenibilidad”, afirmó Echeverry.
Testimonios de las Participantes
Las asistentes al encuentro no solo se beneficiaron de las capacitaciones, sino que también expresaron su gratitud por la oportunidad de ser escuchadas y valoradas en su rol dentro del sector cafetero. María Viviana Gallego López, mujer cafetera de Samaná, compartió su experiencia:
“Este tipo de capacitaciones nos ayuda a crecer y a empoderarnos en nuestro rol, y aún más, al ver que sí nos tienen en cuenta. El ámbito ambiental es la herencia que le estamos dejando a nuestros hijos”.
La participación de mujeres como María Viviana refleja el impacto positivo de estos encuentros, que no solo buscan mejorar las condiciones de las mujeres en la caficultura, sino también fortalecer su papel en la toma de decisiones que afectan su entorno y su futuro.
Impacto y Futuro del Encuentro Mujer y Café
El éxito de este 11° Encuentro Mujer y Café reafirma el compromiso de Caldas con el empoderamiento de las mujeres rurales en la caficultura. Este tipo de espacios, que fomentan la participación activa de las mujeres en todos los aspectos del sector, son fundamentales para garantizar un futuro más equitativo, sostenible y próspero para las comunidades cafeteras.
A medida que el encuentro culmina, las mujeres cafeteras de Caldas están más empoderadas que nunca para asumir nuevos retos, potenciar sus capacidades productivas y seguir promoviendo la sostenibilidad en sus territorios. La Gobernación de Caldas y los aliados estratégicos continúan trabajando para crear más oportunidades de este tipo, asegurando que la caficultura colombiana se mantenga como un pilar económico y social clave en el país.
El 11° Encuentro Mujer y Café: Empoderamiento y Sostenibilidad ha sido un punto de inflexión para las mujeres de Caldas que participan activamente en la caficultura. Gracias a la capacitación y el fortalecimiento de su liderazgo, estas mujeres ahora tienen una visión más clara de cómo impulsar el desarrollo del sector de manera sostenible. Con este evento, Caldas reafirma su compromiso con la inclusión y la sostenibilidad en la caficultura.
Información Adicional:
Además de los enfoques principales del evento, es interesante destacar que el movimiento de las mujeres cafeteras no es una tendencia aislada, sino parte de un fenómeno global en el que las mujeres están adquiriendo roles clave en la agricultura y producción de alimentos. Según estudios recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres representan alrededor del 43% de la fuerza laboral agrícola en el mundo, y su contribución es aún más significativa en áreas rurales de países en desarrollo, como Colombia.
En el contexto colombiano, Caldas se ha consolidado como un referente en la participación activa de las mujeres en la caficultura. Es común que las mujeres en las zonas rurales, a menudo, trabajen junto a sus familias en el cultivo del café, pero históricamente su rol ha sido subestimado. Eventos como el Encuentro Mujer y Café permiten visibilizar esta labor y abrir espacios para que las mujeres accedan a recursos, conocimientos y redes de apoyo que potencien su capacidad productiva.
Un dato curioso es que, además de ser productoras de café, las mujeres cafeteras están liderando el impulso hacia prácticas más sostenibles en la caficultura. Por ejemplo, muchas de ellas están adoptando técnicas agroecológicas, que no solo mejoran la calidad del café, sino que también contribuyen a la preservación de la biodiversidad local y la mitigación de los efectos del cambio climático. La implementación de prácticas como el uso de abonos orgánicos, la protección de cuencas hídricas y la siembra de especies nativas no solo aumenta la rentabilidad, sino que también asegura un futuro más sostenible para las nuevas generaciones.
Finalmente, los beneficios de este tipo de eventos no solo son visibles a corto plazo, sino que tienen un impacto en la cultura local. Al empoderar a las mujeres, se están creando comunidades más resilientes y equitativas, donde se promueve la colaboración y el liderazgo en todos los niveles. Esta transformación no solo mejora la vida de las mujeres, sino también la de sus familias y, por ende, de sus comunidades, al fortalecer el tejido social y económico local.