Editorial
Las ligerezas del Gobierno con los cafeteros
Regresa la falta de respeto del Gobierno nacional con el gremio cafetero colombiano. Antes, fue el presidente de la República, Gustavo Petro, quien amenazó con quitarle el manejo del Fondo Nacional del Café a un gremio que lo ha administrado por años. Ahora, es la ministra de Agricultura, Jhénifer Mojica Flórez, quien dijo, en forma irresponsable, que la Federación Nacional de Cafeteros está en quiebra.
Es la táctica del desprestigio adoptada por este Gobierno con algunas instituciones, que no puede manejar a su antojo. Un calculado debilitamiento de su reputación y, si le es posible, de sus economías. Todo, para después acudir a intervenciones descaradas, como ya ha ocurrido con otros sectores.
El mercado cafetero externo es muy complejo. Es una liga en la que juegan los países más poderosos del mundo y en la cual Colombia solo puede mantenerse a la expectativa. Su única arma es la producción del mejor café o rezar para que una sequía o un crudo invierno acabe con los cafetales vecinos, mas no con los propios.
Como el café se vende en el mercado bursátil, cualquier rumor o una simple especulación, como esa que difundió la Ministra de Agricultura, puede afectar gravemente el mercado.
Al margen de los comentarios de mal gusto del Gobierno, el decir que la Federación Nacional de Cafeteros está en crisis, es una burda mentira. Según un comunicado de Fedecafé: “Además de no ser consecuente con la realidad, sus afirmaciones claramente ponen en riesgo el más preciado bien público cafetero que es la garantía de compra”.
La animadversión de este gobierno con la Federación Nacional de Cafeteros se origina en la designación de su actual gerente, Germán Bahamón, que no fue del agrado del Presidente Petro porque en ciertas ocasiones criticó sus posiciones económicas y políticas.
La situación económica, tanto de los cafeteros como de su Federación, no es la mejor en estos momentos, pues durante largos meses se mantiene un precio muy deprimido, que se incrementa por la baja cotización de dólar y las inclemencias climáticas.
Bienvenida la ayuda que el Ministerio de Agricultura anuncia para aliviar las deudas de los cafeteros con el sistema financiero. Ese es un acto de elemental justicia con un gremio que durante 96 años de vida ha entregado todo por el desarrollo del país. Pero más respeto señora Ministra.
Sin salirnos del tema cafetero, es un buen momento para recordarle al Presidente de la República, que los dineros del Fondo Nacional del Café son un aporte parafiscal voluntario. Dicho aporte lo han realizado los productores durante muchos años, con el propósito de mantener el ingreso cafetero de acuerdo con los objetivos previstos en las leyes, que dieron origen a dicha entidad. Es decir, el gobierno no puede disponer a su antojo de los mismos.
Decimos esto porque el desconocimiento que el Gobierno hace del gremio, legítimamente constituido, es un campanazo de alerta, de que vienen por los dineros del Fondo Nacional del Café.
PORTAVOZ
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