La Universidad de Caldas impulsa la investigación en genómica con el objetivo de preservar la riqueza biológica del país, utilizando tecnología de vanguardia para reconstruir árboles evolutivos.
La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Caldas presenta al biólogo Juan Esteban Uribe, quien comparte su experiencia en la genómica de la conservación y su impacto en la biodiversidad.
Recientemente, Juan Esteban Uribe, biólogo colombiano y doctor en Ciencias Biológicas, fue invitado por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Caldas para abordar la importancia de la genómica en la conservación de la biodiversidad. Su trabajo se centra en reconstruir árboles evolutivos de especies poco estudiadas, contribuyendo a la comprensión de su historia y la toma de decisiones en conservación.
Uribe explicó que la genómica de la conservación permite evaluar la diversidad biológica desde diferentes niveles, y su enfoque se centra en las filogenias a nivel de especie. “Estas reconstrucciones ayudan a identificar cuáles especies requieren más atención y recursos para su conservación”, afirmó.
Avances Tecnológicos en la Genómica
El avance tecnológico ha hecho que la secuenciación del genoma sea más accesible, pasando de ser un proceso costoso y laborioso a uno que puede realizarse con un presupuesto mucho menor. “Hoy en día, podemos secuenciar el genoma de un animal por 500 mil pesos, lo que amplía nuestras capacidades para conocer la biodiversidad”, indicó Uribe.
Además, destacó la relevancia de las colecciones biológicas de la Universidad de Caldas, las cuales representan un recurso invaluable para la investigación. Sin embargo, también mencionó las dificultades que enfrentan los investigadores, como la obtención de permisos y los altos costos logísticos asociados al trabajo de campo.
Reflexiones sobre el Futuro de la Conservación
Uribe compartió una experiencia memorable durante una inmersión en el océano, donde investigó la preferencia de organismos xilófagos por diferentes tipos de madera hundida. “Estar a 300 metros de profundidad era como estar en la luna, con un silencio absoluto y organismos fascinantes”, recordó.
En el océano
La meta de Uribe es que, a través de la genómica, se logre un entendimiento integral de la biodiversidad colombiana. “Esto podría ayudarnos a subsanar el daño que hemos hecho al planeta, utilizando la información para decisiones de conservación y manejo sostenible”, concluyó.
La genómica se posiciona como una herramienta fundamental para la conservación de la biodiversidad en Colombia, permitiendo una comprensión más profunda de las especies y su evolución, y guiando acciones cruciales para su preservación.
Información Adicional
- Grupo de Investigación GEBIOME: Reconocido en Colombia por su labor en evolución y taxonomía de garrapatas y microorganismos.
- Colecciones Biológicas: La Universidad de Caldas alberga una de las colecciones más importantes del país, esenciales para la investigación en biodiversidad.
La Oficina de Prensa conversó con él, acerca de este ejercicio investigativo en el que también participa la Universidad de Caldas con el Grupo GEBIOME, uno de los más importantes en Colombia, gracias a su aplicado trabajo en evolución y taxonomía de garrapatas y sus microorganismos asociados.
Oficina de Prensa: ¿Cuál es el propósito de reconstruir estos árboles evolutivos o filogenias?
Juan Esteban Uribe: Inicialmente, la genómica de la conservación es un tema bastante amplio que puede abordar la vida desde diferentes planos o jerarquías (individual, poblacional, a nivel de especies, comunidad, etc.). Mi enfoque es reconstruir filogenias a nivel especie y básicamente se utilizan para tomar decisiones taxonómicas y biogeográficas que permitan descubrir históricamente cómo estos organismos han llegado a la distribución actual que tienen. Así mismo, estos árboles nos podrían decir en qué especies habría que invertir más recursos de conservación, o por ejemplo, qué plagas o microorganismos podrían afectar la salud de la humanidad.
Oficina de Prensa: es interesante imaginar esos árboles evolutivos con una información completa del pasado y del presente, pero ¿Cómo se llega a esa construcción y qué dificultades tienen para ello?
Juan Esteban Uribe: hace 20 años la genómica era un sueño y solamente se invertían recursos en la línea del genoma humano o de organismos que son más familiares para nosotros. Esto costaba muchísimo dinero y muchísimo tiempo y se requerían cientos de personas trabajando en un solo proyecto. Actualmente, gracias a la tecnología, podemos secuenciar el genoma de un animal, o al menos una representación genómica interesante, en 500 mil pesos. Esto quiere decir que hoy en día podemos repartir los recursos para acceder a un conocimiento más global de lo que es la diversidad y a partir de allí tomar decisiones importantes para la ciencia y para este lugar diverso que habitamos.
Oficina de Prensa: ¿Qué herramientas son las más valiosas para construir estos árboles evolutivos?
Juan Esteban Uribe: en este contexto hay que reconocer el valor que tienen las colecciones biológicas; de hecho, la Universidad de Caldas, tiene uno de los museos más importantes del país. Estas colecciones de organismos que han sido almacenados con unas etiquetas (georreferenciadas, taxonómicamente identificadas, etc.), son un recurso muy valioso de la humanidad, pues muchos de ellos podrían estar extintos. De otro lado, debo mencionar que, últimamente, se está poniendo tedioso el trabajo de campo por temas de permisos y costos, tanto económicos como humanos. Entenderás que estar en altos riscos o en la profundidad del océano, supone unas logísticas muy complejas. Por ello es esencial poder contar con estas colecciones.
Oficina de Prensa: en modo anecdótico, ¿cuál ha sido ese momento especial asociado a la construcción de estos árboles evolutivos?
Juan Esteban Uribe: Hace 7 años, con el Instituto Smithsoniano, de Washington DC, estábamos intentando identificar qué maderas hundidas preferían ciertos organismos en las profundidades del océano. Bajamos unos 300 metros y pusimos varios tipos de madera que dejamos allí por un año (en el fondo de los océanos hay organismos que tienen una condición de xilófagos: comen madera). El propósito de esta inmersión estaba en determinar cuál era la madera preferida de estos organismos, así como sus bases evolutivas y su posición en el árbol de la vida animal. Estar a esa profundidad era como estar en la luna: absoluto silencio y oscuridad; organismos increíbles que no se ven en la superficie. También nos llamaron la atención cientos de botellas en el fondo del océano que no debían estar ahí, pero que hacían las veces de pequeñas cuevas para los pulpos.
Oficina de Prensa: hacia dónde espera llegar con este trabajo de investigación en torno a la genómica…
Juan Esteban Uribe: este es un sueño en colectivo, no personal. La idea es que llegáramos a conocer casi la totalidad de nuestra biodiversidad a nivel genómico y evolutivo. Esto podría ayudarnos a subsanar todo el daño que le hemos hecho al planeta, ¿cómo? pues usando esta información para la toma de decisiones en conservación, control y manejo sostenible de la biodiversidad. Estudiando evolución con la genómica, también podemos ser más conscientes de cómo los eventos históricos del planeta (como cambios climáticos y geológicos) en combinación con el tiempo (miles o quizás millones de años) han moderado todas y cada una de las especies que conocemos, y que no tenemos ningún derecho a interrumpir esta historia ni a desequilibrar la biodiversidad.