Tomado de laboratoriodeperiodismo.org POR REDACCIÓN -22 FEBRERO, 2024
Los reportajes o las historias periodísticas largas bien ejecutadas son una forma de ofrecer valor añadido en un contexto mediático donde el flujo constante de información puede resultar abrumador. Estos reportajes emergen como un oasis de profundidad y reflexión para quienes buscan algo distinto al periodismo adoctrinador y editorializante.
Según Dmitry Shishkin, autor del popular modelo de necesidades del usuario de noticias, estas narrativas no solo tienen el potencial de mantener a los lectores en el sitio por más tiempo, sino que también incrementan el compromiso y fidelizan a la audiencia. Smartocto ha profundizado en esta cuestión y ha sintetizado cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta para lograrlo.
1. Priorizar siempre a la audiencia
El punto de partida para cualquier historia larga debe ser un profundo entendimiento de las necesidades y preocupaciones de la audiencia. Es crucial preguntarse: ¿por qué este tema debería importarles? ¿Cómo se relacionan con él? Y, sobre todo, ¿les interesa realmente? Encontrar el punto de encuentro entre el “porqué” de la audiencia y el “porqué” del medio es esencial para asegurar la relevancia del contenido. Al satisfacer las inquietudes existentes, responder preguntas y conectar con los intereses del público, se gana la mitad de la batalla desde el inicio.
Los contenidos que buscan actualizar rápidamente a la audiencia suelen jugar un rol de triaje informativo, mientras que los de seguimiento ofrecen una mayor amplitud y profundidad sobre temas específicos, eventos o noticias de última hora. Las piezas de investigación, por otro lado, aspiran a revelar historias menos accesibles de formas impactantes.
2. La importancia de los elementos visuales
La experiencia de lectura en dispositivos digitales es intrínsecamente diferente a la de los periódicos impresos. La pantalla limitada de un móvil o una tableta implica que se debe cuidar la variedad en la experiencia de desplazamiento.
Fotos, citas destacadas y vídeos no solo añaden interés visual, sino que también enriquecen la narrativa. De hecho, un análisis del equipo de laboratorio de Smartocto reveló que el 20% de los artículos con mayor índice de compromiso incluyó vídeos. Es esencial que cualquier contenido visual soporte el mensaje principal del texto que lo precede, presentando diseños atractivos y gráficas fáciles de interpretar.
3. Reflexionar críticamente sobre el formato elegido
Las reflexiones de Sumi Aggarwal en las predicciones de Nieman Lab para 2024 resaltan que los artículos largos tienden a atraer a un sector demográfico específico, generalmente mayor. Sin embargo, para alcanzar a comunidades objetivo, es necesario pensar más allá del lector tradicional de sitios web.
Innovar en la entrega de reportajes investigativos y ofrecer propuestas de soluciones de manera significativa para la audiencia puede crear nuevas relaciones entre consumidores de noticias y redacciones. La distribución de contenido en series a través de redes sociales, el uso de vallas publicitarias y la colaboración con influencers son estrategias sugeridas para ampliar el alcance.
4. La narrativa como herramienta esencial
La humanidad ha canalizado la comprensión a través de historias desde tiempos inmemoriales. Reflexionar sobre el arte de contar historias es crucial, especialmente en el contexto del periodismo de formato largo.
La lectura de obras como “La Ciencia de Contar Historias” de Will Storr o “The Storytelling Animal” de Jonathan Gottschall puede proporcionar valiosas lecciones aplicables al trabajo periodístico.
Katherine Rundell, en “Why You Should Read Children’s Books, Even Though You Are So Old And Wise”, argumenta que los libros infantiles hablan de esperanza y valentía, lecciones que son fundamentales para cualquier persona que cuente historias de cualquier tipo, en cualquier lugar.
En última instancia, escribir historias largas que enganchen requiere un equilibrio entre profundidad de contenido, relevancia para la audiencia, innovación en el formato y, sobre todo, una narrativa poderosa y emotiva.
Estos elementos, combinados con una ejecución meticulosa, pueden transformar una historia larga en una experiencia inmersiva y enriquecedora para el lector.
Entre otros ejemplos de reportajes largos bien ejecutados, se citan los siguientes: