La guerra entre Rusia y Ucrania está empezando a desarrollarse de forma más explícita en el continente africano.
La policía nigeriana dijo esta semana que había arrestado a manifestantes prorrusos que se habían sumado a las masivas protestas antigubernamentales, aunque Moscú negó su implicación directa.
Mientras tanto, las juntas militares de Mali y Níger cortaron relaciones diplomáticas con Ucrania tras determinar que apoyaba una insurgencia de julio en la que murieron 47 soldados malienses y 84 contratistas militares rusos.
La batalla entre Rusia y Ucrania en África es sobre todo una cuestión de influencia y percepción, dijo a Semafor un académico con sede en Mali, en particular para Kiev, dados los profundos vínculos económicos de varios países africanos con Rusia y su negativa a condenar la invasión.
Pero la letal insurgencia de Mali demuestra que Rusia “no tiene un impulso imparable en África”, escribió el grupo de expertos del Quincy Institute.
Traducido de SEMAFOR