
Daniel Kahneman, el psicólogo ganador del Nobel, murió por suicidio asistido en Suiza el año pasado, reveló un colaborador de muchos años.
Kahneman dio origen al campo de la economía del comportamiento, sobre cómo las personas actúan de maneras económicamente irracionales: Era «la principal autoridad mundial en la toma de decisiones», escribió Jason Zweig en The Wall Street Journal, y, a los 90 años, tomó «la decisión definitiva» él mismo: su esposa había sufrido demencia, y un amigo le dijo a Zweig que Kahneman probablemente «sentía que se estaba desmoronando, cognitiva y físicamente».
Otros, incluido Zweig, pensaron que Kahneman tomó la decisión demasiado pronto y que gozaba de buena salud. Pero Kahneman escribió en un correo electrónico final que «las miserias e indignidades de los últimos años de vida son superfluas» y «Yo… moriré como un hombre feliz«.
Traducido de SEMAFOR
Premio Nobel de Economía
Daniel Kahneman recibió el Premio Nobel de Economía en 2002, un galardón que le fue otorgado por su trabajo pionero en el campo de la economía del comportamiento, junto con su colega Amos Tversky (quien ya había fallecido para ese momento). Kahneman fue premiado específicamente por el desarrollo de la teoría de la prospectiva, una teoría que aborda cómo las personas toman decisiones en situaciones de riesgo e incertidumbre.
La teoría de la prospectiva contrasta con la teoría económica clásica, que suponía que las personas toman decisiones de manera racional, es decir, maximizando su utilidad. Kahneman y Tversky demostraron que, en la práctica, las personas tienden a tomar decisiones irracionales debido a una serie de sesgos cognitivos, lo que significa que no siempre actúan de acuerdo con la lógica económica tradicional.
La Economía del Comportamiento
La economía del comportamiento es un campo interdisciplinario que combina principios de la economía y la psicología para estudiar cómo las emociones, los prejuicios y otros factores psicológicos influyen en las decisiones económicas. La idea central es que las personas no siempre toman decisiones racionales, como asume la teoría económica clásica.
Kahneman, junto con Tversky, demostró que las decisiones de las personas a menudo son influenciadas por sesgos cognitivos y emociones que las alejan de las decisiones «racionales». Por ejemplo:
- Efecto de anclaje: Las personas se basan demasiado en la primera información que reciben (el «ancla») al tomar decisiones.
- Aversion al riesgo: Las personas tienden a evitar pérdidas más que buscar ganancias, lo que hace que las decisiones sobre pérdidas y ganancias no sean simétricas.
- La ilusión de control: Las personas tienden a creer que tienen más control sobre eventos de lo que realmente tienen.
Estas ideas fueron revolucionarias porque desafiaron la concepción clásica de que los seres humanos toman decisiones racionales, fundamentadas únicamente en datos y análisis lógicos. En cambio, Kahneman y Tversky mostraron que nuestras decisiones a menudo son guiadas por factores emocionales y psicológicos, lo que tiene implicaciones tanto para la economía como para la política pública.
La Principal Autoridad Mundial en la Toma de Decisiones
Daniel Kahneman es ampliamente reconocido como una de las figuras más influyentes en el estudio de la toma de decisiones. A lo largo de su carrera, se le consideró «la principal autoridad mundial en la toma de decisiones», como se mencionó en el artículo de Jason Zweig en The Wall Street Journal. Esta notoriedad se debe no solo a sus contribuciones teóricas, sino también a la aplicación práctica de sus teorías en diversos campos, desde la política hasta la medicina, pasando por el marketing y el comportamiento financiero.
Su libro «Pensar, rápido y lento» (2011) sintetiza de manera accesible y profunda muchos de sus hallazgos. En este libro, Kahneman explica las dos formas en que los humanos procesan la información: Sistema 1, que es rápido, automático e intuitivo, y Sistema 2, que es lento, reflexivo y racional. Estas dos formas de pensar son fundamentales para entender cómo tomamos decisiones, y por qué, a veces, nuestras decisiones pueden ser irracionales o inconsistentes.
El trabajo de Kahneman ha influido enormemente en políticas públicas, en el diseño de estrategias de marketing y en cómo las empresas y gobiernos abordan la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre.