Una reciente protesta de trabajadores en una planta de Samsung en el sur de la India puso de relieve el poderoso y creciente movimiento laboral del país.
La huelga “ensombreció” el objetivo del primer ministro Narendra Modi de aumentar la inversión extranjera y triplicar la producción de productos electrónicos del país a 500.000 millones de dólares en seis años, señaló Reuters.
Mientras los gigantes tecnológicos, incluidos Apple y Foxconn, están trasladando fábricas de China a la India, los poderosos sindicatos de este último país son un “factor crucial que complica la situación”, señaló el Wall Street Journal el año pasado.
Para “eliminar el riesgo” de China, las empresas multinacionales tendrán que “hacer las paces con la cacofonía de una democracia áspera y caótica”, escribió el Journal.
Traducido de SEMAFOR