Granada se convirtió en el primer país del mundo en utilizar una cláusula de desastre natural para suspender los pagos de la deuda, semanas después de que fuera devastada por un huracán.
El huracán Beryl causó daños equivalentes a alrededor de un tercio del PIB anual de Granada, y las autoridades dijeron esta semana a los tenedores de bonos que el país aplazaría los próximos pagos de uno de sus únicos bonos internacionales.
Granada fue el primer país en incluir una cláusula de aplazamiento de este tipo en sus ventas de deuda, aunque Barbados ha hecho lo mismo desde entonces y se espera que otros sigan su ejemplo: los expertos advierten que es probable que el cambio climático provoque tormentas más frecuentes e intensas, que en última instancia causarán estragos en las naciones más pobres que están mal equipadas para soportar la carga financiera total de la mitigación o la adaptación.
Traducido de SEMAFOR