El primer ministro haitiano, Garry Conille, pidió a las bandas que “depongan” las armas y “reconozcan la autoridad del Estado”.
Los comentarios de Conille se produjeron después de que un contingente de soldados de la policía keniana, parte de una misión de seguridad apoyada por Estados Unidos, llegara para ayudar a pacificar la nación insular.
El despliegue se centrará inicialmente en arrebatar el control de infraestructuras clave como puertos y aeropuertos a las bandas armadas, pero a medida que la fuerza crezca con el apoyo de otros países, se volverá más “dinámica”, trabajando junto con la policía local para pacificar los barrios, informó The Washington Post.
Sin embargo, algunos en Haití están preocupados de que la misión internacional resulte ser una solución temporal. “Unos pocos meses o un año no son suficientes porque el país caerá en el mismo problema”, dijo a Reuters un residente de Puerto Príncipe.
Traducido de SEMAFOR