El campo de la “investigación sobre la desinformación” ha crecido rápidamente, pero hay poco consenso sobre lo que significa realmente “desinformación”.
Según Science, tal vez sólo el 0,15% de la dieta mediática de la mayoría de los consumidores estadounidenses sea completamente inventada.
La información engañosa es más común, pero definirla es difícil. Además, los investigadores tienden a ser políticamente de izquierdas, y es mucho más probable que el material de derechas sea etiquetado como desinformación, lo que “puede parecer motivado políticamente”.
El filósofo Dan Williams señaló este año que las definiciones expansivas de desinformación, como “hechos en un contexto engañoso”, permiten a los investigadores usarla para describir casi cualquier cosa, y que sus juicios, como los de todos los demás, están “corrompidos por el sesgo, el partidismo, las ilusiones y más”.
Traducido de SEMAFOR