Los líderes chinos se reúnen esta semana para fijar la agenda económica del país para los próximos años.
La tercera sesión plenaria, que comienza el lunes, se celebrará a puertas cerradas y bajo la sombra de una tasa de desempleo juvenil en alza y una baja confianza empresarial. La reunión podría traer cierto alivio al sector privado al reducir los límites a las inversiones extranjeras y aliviar el exceso de oferta inmobiliaria, pero los analistas advirtieron que puede que no haya cambios drásticos en el statu quo.
El primer ministro del país, Li Qiang, comparó recientemente la economía de China con un paciente enfermo, añadiendo que, “según la teoría médica china… no podemos utilizar medicamentos fuertes”. Sin embargo, este comentario fue censurado en los medios de comunicación chinos, y Xi Jinping ha señalado que está a favor de eliminar la burocracia para fomentar “nuevas fuerzas productivas de calidad”.
Traducido de SEMAFOR