China anunció un recorte de las tasas de interés, una medida que tomó a los mercados por sorpresa apenas unos días después de que el Partido Comunista prometiera reformar la economía.
Pekín ha intentado repetidamente apuntalar el gasto de consumo en un contexto de desaceleración económica más amplia que ha visto caer las tasas de crecimiento a su nivel más bajo en más de tres décadas, además de una desaceleración pandémica.
Aunque los analistas esperan que los nuevos recortes de tasas aumenten la demanda, advirtieron que el impacto sería moderado a medida que se asienten los temores de deflación. Ni las reformas ni el recorte de tasas «son el gran impacto que el mercado quiere«, dijo Bloomberg.
Traducido de SEMAFOR