Los líderes del G20 suavizaron las críticas a Rusia por su guerra en Ucrania, pero tal vez hayan dado a las conversaciones sobre el clima mundial un impulso muy necesario.
Una declaración tras el primer día de reuniones en Río de Janeiro hizo referencia al “sufrimiento humano” y a los “impactos negativos adicionales de la guerra”, pero se centró menos en el conflicto y se utilizó un lenguaje menos definitivo, señaló el Financial Times.
Sin embargo, el documento reiteró la necesidad de que el mundo abandone los combustibles fósiles, ofreciendo lo que The Guardian describió como “buenas noticias para el progreso” en la conferencia climática paralela COP29 en Bakú, que ha estado estancada en el tema crucial de financiar la transición de los países en desarrollo a fuentes de energía más limpias.
Traducido de SEMAFOR