Con un descenso notable en los índices de trata de personas, Caldas se posiciona como un referente en la lucha contra este delito, pero aún queda trabajo por hacer.
El Comité Departamental de Lucha contra la Trata de Personas en Caldas destaca los avances de 2024, pero resalta la necesidad de fortalecer acciones clave para el 2025.
Manizales, 15 de noviembre de 2024. En un balance positivo para Caldas, la sexta sesión del Comité Departamental de Lucha contra la Trata de Personas concluyó con buenas noticias sobre la disminución de los índices de trata de personas en el departamento durante el año 2024. Este avance se celebró en una jornada que contó con la participación de actores clave como el Ministerio del Interior, la Policía Nacional, Migración Colombia y la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, pese a los logros alcanzados, el comité subrayó que es necesario reforzar ciertas capacidades para continuar combatiendo eficazmente este delito en el futuro cercano.
Caldas Refuerza su Lucha contra la Trata de Personas: Un Paso Hacia Adelante
En el transcurso de este año, Caldas ha mostrado importantes progresos en la lucha contra la trata de personas, con un descenso en los índices de víctimas de este delito. Según John Jairo Asprilla, asesor de la Defensoría del Pueblo en el área de Mujer y Asuntos de Género, el departamento ha logrado fortalecer sus capacidades para prevenir y responder ante los casos de trata, y ha logrado disminuir sus vulnerabilidades. No obstante, Asprilla destacó que para el 2025, el trabajo debe profundizarse en los municipios de la región, con especial énfasis en la reactivación de las rutas de atención a víctimas.
El asesor sugirió que todos los municipios de Caldas deben contar con un enlace departamental especializado en la lucha contra la trata de personas, lo cual permitirá una respuesta más eficiente y localizada. Este enfoque es clave para fortalecer las capacidades operativas en el territorio y garantizar la protección de las víctimas en cada rincón del departamento.
El Papel Fundamental de la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Integración Social
Durante la reunión, la Defensoría del Pueblo presentó valiosos análisis sobre las capacidades y vulnerabilidades de los departamentos del Eje Cafetero frente a este delito, destacando las fortalezas de Caldas en su estrategia de prevención y atención. En ese sentido, Sandra Patricia Álvarez Castro, Secretaria de Integración y Desarrollo Social de Caldas, celebró los resultados obtenidos, subrayando la importancia del trabajo en conjunto entre las entidades públicas, la sociedad civil y las víctimas mismas.
Álvarez Castro destacó el buen trabajo realizado por el comité en 2024, particularmente por la participación activa de la Defensoría del Pueblo, cuyo acompañamiento ha sido fundamental para fortalecer las herramientas de análisis y prevención en el departamento. Según la secretaria, el hecho de que Caldas haya disminuido los casos de trata es un indicativo de que las políticas públicas y las estrategias implementadas están en el camino correcto.
Compromisos para el 2025: Refuerzo en el Territorio y Educación Comunitaria
Aunque los resultados de 2024 son alentadores, las autoridades del comité recalcaron que aún quedan retos importantes para fortalecer la lucha contra la trata en el 2025. Uno de los principales compromisos es ampliar la cobertura de las rutas de atención a víctimas y asegurar que todos los municipios del departamento cuenten con un enlace especializado. Además, se intensificará la educación y sensibilización a nivel comunitario, con el fin de que más personas estén informadas sobre los riesgos de la trata de personas y cómo prevenirla.
La estrategia del Comité Departamental continuará enfocándose en la prevención, el seguimiento de los casos y la protección de las víctimas, con especial atención a los sectores vulnerables, como las mujeres, los niños y los migrantes.
Información Adicional: ¿Por qué es Importante la Lucha Contra la Trata de Personas?
La trata de personas es una de las violaciones más graves de los derechos humanos, y su combate requiere un esfuerzo conjunto de instituciones públicas, organizaciones sociales y la ciudadanía. Este delito afecta principalmente a las mujeres y los niños, quienes son explotados para trabajos forzados, explotación sexual y otras formas de abuso. En este sentido, las estrategias de prevención, la protección de las víctimas y la capacitación de las autoridades locales son fundamentales para reducir la incidencia de este delito.