El sake está ganando popularidad en el extranjero, como parte de un auge que ya lleva años en la cocina japonesa.
La bebida de arroz fermentado se vende ahora en 75 países y regiones, con exportaciones que han aumentado un 70% en comparación con hace tres años y su método de elaboración está a punto de entrar en la lista de la UNESCO, informó Nikkei Asia, pero las temperaturas en aumento
amenazan la artesanía.
El hielo japonés de primera calidad también está teniendo su momento, especialmente en los EE. UU. A los bares de lujo les gusta el hielo de alta pureza y con forma porque se derrite lentamente y está hecho de agua blanda con bajo contenido mineral que no altera el sabor de las bebidas alcohólicas, a diferencia del agua del grifo estadounidense, que es más dura.
En Japón, sin embargo, es una historia diferente: el consumo de sake está en declive y los jóvenes están evitando cada vez más el alcohol, lo que lleva a cientos de fabricantes de hielo a cerrar.
Traducido SEMAFOR