Los científicos propusieron construir un depósito de vida terrestre en la Luna en caso de que se extingan especies clave.
Los conservacionistas del Smithsonian sugirieron que un depósito lunar podría salvaguardar la biodiversidad y proteger especies que algún día podrían resultar útiles para la exploración espacial o la terraformación.
La Luna es cada vez más atractiva como lugar para este tipo de biorrepositorios, ya que los de la Tierra, como el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, están cada vez más amenazados por el cambio climático.
Si bien sería difícil acceder a un depósito de este tipo en caso de emergencia, la temperatura de -196 °C (-320,8 °F) en el polo sur lunar, lo suficientemente fría como para detener todos los procesos biológicos y preservar perfectamente las muestras sin necesidad de energía adicional, es un argumento de venta.
Traducido de SEMAFOR