Un ataque israelí en el sur del Líbano mató el miércoles a un alto comandante de Hezbolá, mientras los gobiernos occidentales intensificaban los esfuerzos diplomáticos para evitar otra guerra total en la región.
Un enviado especial de Estados Unidos se reunió con funcionarios franceses para discutir ideas para un posible compromiso entre Israel y Hezbolá, aunque el grupo militante respaldado por Irán reafirmó su postura de que no dejará de atacar a Israel hasta que termine la guerra en Gaza.
“La ventana para la diplomacia se está cerrando, pero no está cerrada”, dijo un experto en Oriente Medio, añadiendo que julio será “una bendición o una maldición” para ambas partes.
En una medida que podría inflamar aún más las tensiones, Israel anunció el miércoles su mayor confiscación de tierras en la Cisjordania ocupada en tres décadas.
Traducido de SEMAFOR