
Las infecciones por hongos están en aumento, impulsadas por el cambio climático, pero también por los avances médicos.
Las personas con sistemas inmunitarios sanos suelen combatir las infecciones por hongos, pero cada vez hay más personas inmunodeprimidas, por ejemplo, después de trasplantes o tratamientos contra el cáncer.
Una levadura resistente al tratamiento, detectada por primera vez en 2009, causó 4500 infecciones en EE. UU. en 2023, principalmente en hospitales, y se estima que 2,5 millones de muertes en todo el mundo pueden atribuirse a hongos.
El problema se ve agravado por la escasa vigilancia, especialmente en los países en desarrollo, y la escasez de tratamientos antimicóticos: la Organización Mundial de la Salud publicó esta semana un informe que indica que solo se han aprobado cuatro nuevos antimicóticos en la última década, y que los patógenos resistentes están en aumento.
Traducido de SEMAFOR