
Los partidarios del presidente de Corea del Sur destituido, Yoon Suk Yeol, irrumpieron en un tribunal de Seúl el domingo.
Los alborotadores atravesaron barricadas policiales, rompieron ventanas, derribaron puertas y atacaron a los agentes, según los medios locales. Apenas momentos antes, la detención preventiva de Yoon se extendió hasta seis meses y los fiscales emitieron una orden para arrestarlo formalmente, lo que profundizó la crisis política del país.
«La nación tiene un largo camino por recorrer para volver a la normalidad», escribió The Korea Herald, incluso después de que un tribunal dictaminara sobre si destituir permanentemente a Yoon de su cargo.
Seúl también está lidiando con el regreso de Donald Trump, cuya amenaza de nuevos aranceles podría dañar aún más la desacelerada economía del país.
Traducido de SEMAFOR