
El primer ministro de la India, Narendra Modi, se reunió el lunes con el presidente ruso, Vladimir Putin, mientras que el líder húngaro, Viktor Orbán, realizó una visita sorpresa a China.
Las dobles muestras de afecto de Pekín y Moscú reflejan sus esfuerzos «por crear un orden mundial multipolar no dominado por Estados Unidos«, escribió The Washington Post.
El viaje de Modi es una proyección de la autonomía de la India, dijeron los analistas, ya que Nueva Delhi fomenta los lazos con Rusia a pesar del objetivo de Occidente de convertir a Putin en un paria global.
Y al reunirse con Orbán y pedir un «alto el fuego» en Ucrania, el líder chino Xi Jinping dio otro punto diplomático a Putin, quien ha acusado a Occidente de prolongar la guerra al respaldar a Ucrania y no ceder a las demandas de Rusia.
Traducido de SEMAFOR