
Los ataques estadounidenses contra objetivos hutíes en Yemen causaron decenas de muertes, lo que renovó la ofensiva de Washington contra el grupo respaldado por Irán e intensificó las tensiones regionales.
Los hutíes prometieron tomar represalias tras el ataque, que también afectó a infraestructura militar. La milicia había pausado sus ataques en las rutas marítimas del Mar Rojo —cruciales para las cadenas de suministro globales— después de que Israel y Hamás acordaran un alto el fuego en Gaza, pero había amenazado con reanudarlos después de que Israel bloqueara la ayuda al enclave.
Las acciones de la administración Trump son probablemente las primeras de muchas, según analistas del Atlantic Council, que presionan a Irán. Washington está siguiendo una estrategia doble hacia Teherán: busca aislar y tensar al régimen, a la vez que busca abrirse a posibles conversaciones nucleares, escribió The Washington Post.
Traducido de SEMAFOR