El último portátil de Huawei contiene un procesador y un sistema operativo de fabricación local, lo que demuestra la creciente autosuficiencia tecnológica de China.
El Qingyun L540 es un ejemplo de la campaña de Pekín para construir una cadena de suministro de tecnología nacional, que se ha planeado durante décadas pero que se ha visto impulsada por las crecientes restricciones occidentales al acceso a los productos de alta tecnología.
Se ha pedido a las organizaciones estatales chinas que intensifiquen el uso de hardware casero, y el L540 está siendo “comprado por gobiernos y grupos estatales“, informó el Financial Times.
Antes de que se emitiera la directiva en marzo, el sector público utilizaba exclusivamente portátiles con chips Intel y AMD: ahora, tres cuartas partes de los nuevos dispositivos son fabricados por empresas chinas, y el L540 representa la mayoría de ellos.
Traducido de SEMAFOR