Las autoridades surcoreanas allanaron las oficinas de la aerolínea y el operador del aeropuerto involucrados en el accidente aéreo del 29 de diciembre en el que murieron 179 personas.
La orden de registro se emitió por sospechas de negligencia profesional, y al director ejecutivo de Jeju Air se le prohibió salir del país.
Los investigadores están investigando las comunicaciones en los momentos finales del vuelo, el mantenimiento del avión y el diseño del aeropuerto.
El accidente puso de relieve a las aerolíneas de bajo coste de Corea del Sur, como Jeju, que tienen capacidades de mantenimiento internas limitadas y dependen en gran medida de contratistas extranjeros, escribió The Korea Times.
La angustia por el accidente llega en un momento de agitación más amplia: la policía se enfrentó a los partidarios del presidente destituido Yoon Suk Yeol, que se reunieron fuera de su casa en un aparente intento de evitar su arresto.
Traducido de SEMAFOR